Hace unas semanas, volvía de clase
andando, y al entrar en mi calle me fijé en que había un perro atado en la
puerta de un bar. El dueño acababa de entrar a tomarse algo y había
dejado al perro fuera, atado a una ventana del mismo bar. En ese
momento, otro perro que había en un balcón cercano ladró tres o
cuatro veces, lo suficientemente fuerte como para que el dueño del
perro atado lo oyera desde dentro del establecimiento. Entonces,
salió y empezó a reñir al perro, diciéndole con palabras y con
gestos que no ladrara más y que se portara bien. El perro lo miraba inocentemente mientras recibía la reprimenda que su dueño creía que se merecía.
Seguí mi camino hasta casa pensando en
cuántas veces hacemos lo mismo que el dueño del perro.
En cuántas veces nos dejamos llevar
por lo que parece, sin preocuparnos por lo que en realidad es.
En
cuántas veces nos creemos lo que queremos creernos y no damos
oportunidad para una explicación.
En cuántas veces somos injustos con
los demás...
Toda la razón Isa!! La mayoría nos las damos de justos, y en realidad somos bastante hipócritas. Todos (sin excepción) en algún momento de nuestras vidas hemos sido como el dueño del pobre perrillo...
ResponderEliminarMuy buena reflexión cibersister!!!
Me voy volaannndoo!!! (quiero vacaciones. he dicho.)
Y tanto que sí sister, todos somos hipócritas en algún momento de nuestra vida, algunos más que otros también te lo voy a deciiirrrrr jejeje.... Pero bueno, me sirvió para darme cuenta de que casi siempre, las cosas no son como parecen. Gracias por venir preciosa! :)
Eliminarmuy cierto lo que escribes... tristemente!
ResponderEliminarhttp://norwegianwood8.blogspot.com.es/
pd: yo con las tostadas no me lleno nada!!! :(
Sí, es tristemente cierto, pero en nuestra mano está cambiarlo!!
EliminarGracias por pasarte por aquí! :)